Escorpio

Prácticamente todas las definiciones de Escorpio recalcan la profundidad de sus pasiones, habitualmente en el terreno sexual. Pero el Escorpio es apasionado en otros campos de su vida: en la política, el trabajo y el juego. Una peculiar intensidad impregna toda su personalidad y le confiere una gran resolución y la necesidad de no hacer nada a medias, de vivir la vida intensamente, y lo normal es que tienda a cometer excesos, no solamente en el juego sino también en el trabajo.

Puede ser una persona muy celosa, de nuevo no solo en el amor. Le desagradará cualquiera que ocupe una posición a la cual él se crea con derecho y, en último extremo, puede llegar incluso a tomar represalias o ser cruel. Su potentísima energía le concede una intensidad oculta que resulta a menudo sorprendente para la gente menos emocional. Cuando canaliza debidamente esta fuerza puede proporcionarle grandes cualidades de resistencia. Luchará contra fuerzas muy superiores hasta vencer; a veces hasta el extremo de pisotear a los demás para conseguirlo.

El hecho de que alguna vez se haya usado el águila como símbolo de este signo señala no solamente esta ruda tendencia -el poder para incautarse de una presa desprevenida- sino también la capacidad de elevarse sobre las dificultades terrenas y remontarse por encima de cualquier antagonismo mundano. Este aspecto de su personalidad le hace rebelarse contra cualquier ocupación gris o vulgar; cosa que es capaz de hacer casi con demasiada facilidad porque se adapta rápidamente a todos los momentos cruciales de su vida. Cuando llega uno de estos momentos, le es fácil aceptar que ha terminado una etapa de su vida, y se adentra en otra de buena gana. Incluso puede forzarse a abandonar una dirección y a dirigirse por otra; trabajar duro para forjarse una posición y luego, por razones tan oscuras para los demás como profundas para él, destruir todo lo construido y empezar de nuevo. Un instinto masoquista puede contribuir a este patrón de conducta.

Los Escorpio tienen un gran magnetismo personal; siempre hay algo excitante, dinámico y fascinante en ellos, así como un cierto misterio. Los demás lo notan cuando están a su lado y pueden también percibir las vibraciones del volcán a punto de erupción.